¿Es cierto que un filtro regulador lubricador quita el agua?

En esta publicación vamos abordar un tema muy común que origina en muchas ocasiones confusión, dudas o sorpresas para la mayoría que tienen un compresor de aire comprimido ya sea en una casa o en una pequeña pyme. Como siempre queremos compartir con ustedes nuestros conocimientos con el fin de ayudar y evitar futuras averías que os puedan hacer ahorrar y reducir costes innecesarios.

En muchas ocasiones hemos atendido a clientes tanto en nuestra tienda física como en sus instalaciones, para adquirir filtros, filtros reguladores o algún secador que se ajuste al caudal de sus compresores, pero vemos que no tienen muy claro cual es el uso correcto. Es frecuente oír que “el Filtro regulador FR no me seca el aire’’ o en otros casos “no tengo secador por que tengo una unidad de mantenimiento” (que viene a ser lo mismo que el filtro regulador lubricador). A veces te preguntan si con un secador o tratamiento de aire es suficiente o si es imprescindible combinarlo con filtros de alta eficacia o si se tiene que purgar o se purga solo. Surgen una gran cantidad de dudas que vamos a aclarar para que todo el mundo lo entienda sin ninguna dificultad.

Para empezar vamos a explicar las diferencias entre un filtro regulador lubricador, un secador (tratamiento de aire comprimido) y los filtros de alta eficacia. Después daremos unas pinceladas sobre su uso correcto, mantenimiento y accesorios que nos pueden facilitar el día a día.

Filtro regulador lubricador

Son unidades que sirven para acondicionar el aire justo a la entrada de las máquinas de producción o herramientas neumáticas. Éstas impiden la entrada de las partículas más grandes de polvo, contaminantes, gotas de agua, etc. que son arrastradas por la tubería, no lleguen al sistema dañando válvulas y actuadores. Además, regulan la presión del aire necesaria para la máquina y por último lubrican el aire (si es que necesita ser lubricada porque no todas las máquinas o herramientas necesitan ser lubricadas). Un ejemplo claro sería en un taller de chapa y pintura, en el punto de servicio donde usamos solamente la pistola de gravedad para pintura ya que si no formaríamos un estropicio con la pintura.

Aunque también podemos encontrar otras opciones como solo filtro (F), regulador (R) o filtro+regulador (FR) en un módulo o en dos módulos.

No podemos olvidar que luego la purga del vaso deberá permitir eliminar o desechar la parte de condensados acumulados pues sino tendrán problemas. Este purgado podrá ser manual o mediante purgas automáticas. Hay que tener en cuenta que con este sistema no eliminaremos el 100% de los condensados, para eso existen los secadores.

Mantenimiento y recomendaciones de uso correcto

Lo primero y más importante antes de instalarlo, es fijarse bien en el sentido de la dirección del aire, localizar la entrada (in) y la salida (out). Después, (algo que parece obvio pero que en la mayoría de ocasiones se nos olvida) hemos de ubicarlo siempre que se pueda cerca de donde se vaya a usar la herramienta o máquina de forma visible para poder regular, controlar y verificar en su mantenimiento el nivel de condensados y de lubricante. De este modo, podemos aumentar la pérdida de presión si el vaso colmatado de partículas y, por otro lado, no olvidarnos de reponer el lubricante para que siga ejerciendo su función principal.

Todas estas recomendaciones las tendremos muy en cuenta siempre y cuando la unidad de mantenimiento no cuente con una purga automática y un dispositivo que alerte con una emisión acústica de una reducción considerable de lubricante.

En la mayoría de garajes, talleres y pequeñas fábricas tendrán instalados el conjunto FRL más estándar que son los más comunes y vendidos por la mayoría de suministros o ferreterías por su bajo coste y rentabilidad.

Otra cosa que se debe tener en cuenta al realizar operaciones de mantenimiento, ya sea cambiar el manómetro roto por uno nuevo, quitar el vaso donde se acumulan los condensados para poder limpiarlo a fondo, reponer la cúpula de un lubricador roto y demás, es siempre tener mucho cuidado de hacerlo sin presión, una vez hayamos cortado el aire en ese punto y descargado la presión que pudiera haber, porque os aseguro que puede provocar lesiones graves si no se tiene especial cuidado.

Y por último y a modo de consejo, si en una empresa tienen una máquina que depende mucho de este accesorio de aire comprimido, donde un avería como por ejemplo una rotura del vaso pueda costarle una parada en la producción con las consiguientes pérdidas económicas que puede ocasionar, antes de nada realizaría un by-pass con accesorios roscados para que de algún modo se pueda seguir funcionando con aire

comprimido y luego terminar de resolver el problema llamando al servicio técnico o distribuidor para reponer el vaso nuevo.

Secadores o tratamientos de aire

El secador frigorífico es un equipo que se instala con la misión de secar el aire comprimido para reducir su contenido en vapor de agua, evitando las condensaciones en los puntos de trabajo.

Podemos encontrar principalmente dos tipos, pero solo nos vamos a centrar en el más común: el secador “por refrigeración”.

Está diseñado para poder adaptarse a cualquier tipo de compresor y atención es necesario utilizar siempre filtros de alta eficacia antes y después del secador para que retengan las partículas de aceite, microorganismos y dióxido de carbono y se asegure la obtención de aire completamente libre de impurezas.

El funcionamiento se basa en bajar la temperatura del aire comprimido a un valor igual o cercano al punto de rocío indicado que suele ser +3ºC. Si se bajara más la temperatura, los condensados se congelarían provocando un taponamiento de hielo en la salida del aire.

El punto de rocío máximo de un secador frigorífico tradicionalmente es de +3ºC con el propósito de que las partículas de agua en estado gaseoso, se transformen a líquido y por efecto de la gravedad llegue a un depósito localizado dentro del sistema. Cuando llega a este punto del proceso finalmente se drena el agua acumulada en el sistema a través de una purga automática temporizada mientras que el aire comprimido va saliendo libre de humedad.

La temperatura en el aire comprimido se reduce mediante un circuito frigorífico que trabaja sobre un intercambiador aire-gas. Son dos sistemas independientes que pueden tener contacto pero

nunca se mezclan, por uno de ellos fluye el aire comprimido que viene procedente del compresor, y por el otro circula el gas refrigerado concentrado en una unidad de refrigeración cerrada. Circulan de forma continua de manera simultánea al aire comprimido que circula por el otro sistema, disminuyendo así la temperatura a medida que recorre la tubería y regresa a la unidad.

Los secadores permiten la reducción de la humedad en la corriente de aire pero para ello deben contar con filtros que minimicen la presencia de partículas sólidas y de aceite.

Mantenimiento

Como en cualquier máquina, para mantener en buenas condiciones un secador, debes mantenerlo apartado de la humedad, limpio y alejado de ambientes corrosivos o con mucho calor.

Estos secadores de aire son equipos que mientras tengan las condiciones ambientales idóneas como recomienda el fabricante y se trabaje con un caudal apropiado pueden durar bastante tiempo sin dar problemas ya que son equipos normalmente más básicos que no sufren tanto desgaste como puede pasarle a un compresor de tornillo que incorpora más tecnología. Para que estos secadores funcionen perfectamente durante el tiempo de vida útil que tienen, tenemos que tener en cuenta que necesita de un mantenimiento preventivo (el período depende directamente del régimen de trabajo) que se desarrolla en conjunto con los compresores.

Este mantenimiento suele ser bastante sencillo pues consiste en limpiar o ‘sopletear’ muy bien con una pistola de soplar de caña larga o flexible para llegar a todos los rincones de la máquina y el radiador o serpentín interno del secador. El objetivo es que el secador esté libre de polvo y suciedad acumulada, puesto que internamente los secadores cuentan con unos dispositivos de seguridad que bloquean la máquina cuando la presión y temperatura del gas es excesiva. Si todo está correcto las sondas de temperatura de las que disponen mantendrán la máquina en óptimas condiciones de funcionamiento y refrigeración.

Por ello, si el sistema se encuentra cubierto de polvo o serrín, el secador trabajará con un sobreesfuerzo, pues el sensor arrojará una lectura más alta de la temperatura y se verá obligado a

circular una mayor cantidad de gas provocando un aumento de la presión y finalmente no eliminará eficazmente la humedad provocando una parada del compresor para no quemarlo.

Pero esto no es todo, hay que comprobar que la purga que lleva incorporada, ya sea una purga temporizada normal que descarga agua y aire – que viene en la mayoría de secadores por ejemplo en los modelos Compac que tenemos a la venta en nuestra tienda online – o una purga capacitiva que sólo descarga agua cuando está evacuando de manera correcta y efectiva los condensados.

compresores como tomar medidas

Con esto evitamos que no se almacene pues genera inconvenientes internos en el sistema, como una mala refrigeración o nula. La avería más común cuando esto no se realiza es encontrar la purga atascada, en concreto el filtro de malla metálica que contiene restos que han sido arrastrados desde el calderín, que poco a poco, junto con el agua residual que va separando el secador se ha formado un taco o tapón.

Gracias a la norma ISO-8573.1 que tiene como objetivo identificar las necesidades de cada industria en cuanto a la calidad del aire comprimido podemos seleccionar el secador y los filtros de alta eficacia necesarios de manera rápida y fácil idóneo para cada sistema.

Aquí os dejo una tabla que sirve para identificar el grado de calidad con los productos de la marca Abac.

grados calidad del aire

Filtros de alta eficacia

Estos filtros son elementos indispensables para tener una buena calidad de aire, su función básicamente es la de retener partículas de aceite, microorganismos y dióxido de carbono y asegurar la obtención de aire completamente libre de impurezas. Los filtros de alta eficacia son un eslabón más según la norma ISO/8573.1 para mantener un mínimo de calidad.

El aire comprimido sin filtrar a la larga puede mermar la vida útil de los equipos y herramientas, ocasionando desperfectos en el producto final (burbujas, manchas, grumos, oxidación)

Si nos fijamos en los números, estadísticamente nos dan la razón pues podemos afirmar que los costes generados por el deterioro de las herramientas o accesorios de aire comprimido superan con creces el coste de un filtro y su mantenimiento. No obstante conviene elegir filtros sabiendo que son los indicados para el caudal de aire comprimido que vaya a distribuirse por la instalación.

Por su aplicación, se podrían clasificar a groso modo en tres tipos más comunes:

  • Pre-filtros: El primer filtro de aire que se monta después de los compresores y es el requisito mínimo indispensable si vas bajo de presupuesto. Elimina y protege de las partículas más grandes que podrían llegar a través de la aspiración del compresor. Normalmente cuentan con capacidad coalescente pudiendo eliminar una pequeña cantidad de agua y aceite. Su capacidad de filtrado suele ser superior a 1 micra y 1 mg/m3 de aceite.

  • Filtros de partículas: Siempre colocados a continuación de los prefiltros y son capaces de filtrar y retener partículas más pequeñas de hasta 0,1 micras y para aceite o agua hasta 0,1 m3/m3 son como los pre-filtros pero de un mayor grado de filtrado.

  • Filtros de carbón activo: Dedicados a la eliminación de vapores y olores de aceite. No los eliminan del todo, pero el residual que dejan es muy pequeño. Como media 0,003 mg/m3.

filtros

Contar con un filtro para compresor es necesario. El 80% de las partículas volátiles llenas de impurezas tienen un tamaño inferior a dos micras, así que pasan sin inmutarse a través del filtro de entrada del compresor. Y, una vez dentro, se mezclarán con el agua, el aceite, el óxido y otras partículas fruto de la corrosión que surgen en los equipos, tuberías y depósitos.

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